—Estás en perfecta
armonía con el mundo y consigues reírte de las
cosas que a veces ocurren, y que nos vemos obligados a soportar... Como
por ejemplo el final de una historia de
amor. Estoy segura de que aún en el caso de que se tratase de la tuya, sabrías
reírte de ello.
Ho voglia di te - Federico Moccia
—Eh...
¿a dónde vas?
—Son las dos. Les dije a mis padres que no volvería
tarde. Esperemos que no estén despiertos. Esta vez te has quedado dormido, ¿eh?
No lo puedes negar, amor...
—¿Qué has dicho?
—Oye, no fastidies.
Niki empieza a recoger su ropa, un poco azorada.
—No, no, espera, espera... —Alessandro se sienta en la
cama, con las piernas cruzadas, cubiertas por las sábanas—. Repite la última
palabra...
Niki vuelve a dejarlo caer todo al suelo y se sube a
la cama. Se pone en jarras, de pie, con las piernas abiertas, y lo mira desde
arriba.
—Lo siento. Ya está decidido. Lo has oído bien.
Perdona, pero te llamo amor.
Scusa ma ti chiamo amore - Federico Moccia
CORAZONES QUE SE BUSCAN EN AQUELLA MADRUGADA.
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