Lo recordé, últimamente, siempre lo recuerdo.


"Yo no quiero nada serio, bastante he tenido ya", eso le dije. Estoy completamente segura de esas palabras, claro que lo estoy. Las solté una tarde de Agosto y todo acabo tan diferente a lo pronunciado… Me quedé completamente segura de lo que decía, como se suele decir tan ancha y tan pancha. Siempre se tiene miedo a no poder manejar los sentimientos que se tienen, y yo evidentemente, aquello que dije, creía estar segura de ello, en cambio ahora, es cuando no paras de pensarlo.
Cuando hablo con mis amigas sobre lo que puede o no puede pasar con él, les veo una mínima esperanza en sus ojos que me incitan a lanzarme a la piscina. A veces lo hago, cojo y me lanzo. Me gusta la sensación de no saber qué va a pasar. Son esos segundos en que no estás ni en el bordillo, ni en el fondo del agua. Esos segundos de incertidumbre.
Hoy recordé cómo es echarte de menos, cómo es buscarte y no encontrarte. Recordé, el dolor que se siente al escuchar una canción que me recuerda a ti, cómo es el interés de buscar motivos para no querer alejarme de ti. Recordé cómo es verte agachar la cabeza, y al segundo levantarla yo, y mirarme, mirarme cuando acabamos solos, eso que no queremos que ocurra. Haces que me sienta culpable, porque nadie me ha hecho tanto daño como me has hecho tu en menos de medio año, que me sienta culpable por quererte y que me trates así como lo haces, o directamente ni me trates.
Odio que estemos a veces tan bien, y de repente me lances una puñalada, o simplemente que me la lances desde que me veas... también odio que otras veces ni me saludes, otras que me pongas mala cara, otras que me digas gilipolleces para picarme según tú.. ODIO ESTAR EN UN MONTAÑA RUSA CONSTANTEMENTE.

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