Y ahora que vuelves a mi mente, a mi mundo, sólo quería decirte que no me vuelvas ha hacer más daño, sólo pido felicidad, porque odio tus "hoy te quiero, pero quizás mañana no, o quizás a medias". Que está claro que no se puede renunciar aquello en lo que no dejas de pensar todos los días.
- A veces podemos creer que hemos dejado atrás el pasado, pero de alguna forma siempre nos alcanza. Aunque queramos huir de él, nos vemos obligados a afrontarlo.
- Nada está perdido, cuando uno tiene ganas de seguir.
- Cuando conseguí reparar los restos que dejaste de mí, vuelves para desorganizar mi mundo. Dicen que las cosas pasan por alguna razón, que si algo debe de ser para tí, lo será, sin importar cuantas vueltas tenga que dar el destino para hacerte llegar a ello.
La felicidad no es una meta, sino un estilo de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario