Ignoremos el dolor.

Porque no hay nada mejor que la sonrisa del inocente, ni la felicidad que produce la ignorancia. Que la sombra de la tristeza no se pose en tus mejillas, y que los rayos de la verdad dolorosa no te cieguen por mucho tiempo. Que no tengas que usar gafas de sol para tapar tu pena. Y menos aún que tengas que pintar muchas sonrisas encima de esa cara larga. Para todo ello habrá que luchar a contra corriente, si. Y te caerás una y mil veces, te rasgaras los pantalones y derramaras lágrimas. Lágrimas que tiempo después, seguro que serán alegría, satisfacción...Y FUERZA.     
  • Sólo quería recordarte, que no has estado tanto tiempo con nadie como conmigo, que ninguna te conoce tan bien como yo, y sobre todo que nadie te aprecia tanto, con defectos y virtudes.      
  • El mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza, aquello que no sale del corazón.    

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